En el 2015, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, 175 países firmaron el Acuerdo de París como muestra de su compromiso a reducir emisiones de Gases Efecto Invernadero. La iniciativa fue aplaudida por muchos y se consideró el inicio de una etapa de políticas designadas a velar por el medio ambiente. El 1 de junio del presente año el presidente Donald Trump anunció al mundo su decisión de retirar a Estados Unidos del Acuerdo. Aunque no se puede decir que la noticia sea del todo inesperada, ya el presidente Trump nos ha sorprendido y escandalizado a todos una y otra vez, la reacción internacional fue de total asombro y desesperanza. Pero antes de entrar en pánico apocalíptico es importante no perder de vista los siguientes puntos:
– La salida no es un proceso fácil ni instantáneo.
El artículo 28 del Acuerdo de París indica que cualquiera de las Partes puede notificar su salida tres años después de la fecha en la que el Acuerdo entró en vigor para esa Parte. En el caso de EEUU esto no sería hasta noviembre del 2019, por lo que hay quienes creen que si Trump no logra reelegirse para un segundo mandato hay posibilidades que su sucesor no apoye la salida del Acuerdo y todo esto se quede solo en palabras amenazadoras del actual Presidente.
– 2°.
Aunque la actitud de Trump hacia las responsabilidades aceptadas en el Acuerdo de París, y hacia temas ambientales en general, es deplorable, la salida de EEUU del Acuerdo no significa que estamos al borde del fin del mundo. El mayor objetivo del Acuerdo es impedir que la temperatura promedio global incremente 2° centígrados para el fin del siglo, una meta significativa sin duda, pero en ningún momento el Acuerdo estableció que salvaría al planeta y que la estrategia de cómo lograrlo ahí planteada es la única manera de proceder. Sí, es una lástima que una potencia como EEUU, que por su propia cuenta es responsible por más del 14% de emisiones de Gases Efecto Invernadero del mundo, no desee formar parte de un compromiso global con el ambiente. Pero tampoco debemos dar la causa por perdida o adjudicar toda la responsabilidad a un solo país o peor aún: a un solo hombre.
– Una nueva era.
La consecuencia positiva, seguramente no intencional, de este preocupante asunto es que ha servido como un despertar tanto para gobiernos locales como para el sector privado. El mismo día que el presidente Trump notificó su decisión sobre el Acuerdo de París, los gobernadores de California, Nueva York y Washington anunciaron que se unirían para formar la Alianza Climática de los Estados Unidos, una coalición comprometida con luchar en contra del cambio climático. De igual forma, ahora más que nunca a nivel mundial, el sector privado está listo para realmente tomar la iniciativa y liderar en la lucha ambiental. El impacto que esta noticia ha tenido y la reacción que ha provocado en líderes mundiales, empresarios y en la población global en general, podría ser lo mejor que le haya pasado al planeta.
Finalmente cabe resaltar que aunque EEUU lograra salirse de el Acuerdo de París el Acuerdo seguiría existiendo y la gran parte del mundo seguiría comprometida con lo establecido. Al igual que solo porque el Presidente no está interesado en luchar contra el cambio climático no quiere decir que un país entero va a dejar de contribuir a causas ambientales. Lo que quizá Trump no se esperaba es que el 1 de junio del 2017 sería un punto de inflexión global, un día en el que el Presidente nos decepcionó tan profundamente que de esa decepción nació el compromiso personal y la acción para el cambio.
Excelente post!!! Lomque ahora nos tocs determinar es que relacion tenemos en Guatemala con el acuerdo de Paris y el resto del mundo. La accion local es la mas importante para el cambio global!!